CASPAR DAVID FRIEDRICH. LA TRAGEDIA DEL PAISAJE



"Necesito la soledad para conversar con la naturaleza"
Retrato de Caspar David Friedrich por Gerhard von Kügelgen

Hoy os voy a hablar de uno de los grandes, Caspar David Friedrich, un pintor que seguro que todos conocéis, aunque únicamente sea por su obra más famosa 'El caminante sobre el mar de nubes'. De este artista podemos encontrar muchísima información, por ello voy a contaros todo sobre él de la forma más amena posible, explicando algunas de sus obras más interesantes.

Caspar David Friedrich
Winterlandschaft mit Kirche (Paisaje de invierno), 1811
Óleo
33x45 cm
En esta obra podemos observar una cruz en medio de la naturaleza. Friedrich era panteísta, por ello para él Dios se encontraba en la naturaleza misma. Podemos ver a un hombre que ha dejado sus muletas a un lado y está rezando.
Caspar David Friedrich (1774-1840) fue un pintor del romanticismo alemán de los más relevantes del siglo XIX. Y es que vivió la primera generación de artistas libres, es decir, artistas que no pintaban por encargo sino para sí mismos y después vender sus obras en galerías.
Se dedicó plenamente al estudio del paisaje, de la naturaleza como expresión de sentimientos y emociones tanto religiosas como personales. Sus contemporáneos lo describían como "El hombre que había descubierto la tragedia del paisaje".
Caspar David Friedrich
Die gescheiterte Hoffnung (El mar de hielo), 1824
96.7x126.9 cm

Friedrich nació en Greifswald, al norte de Alemania, donde pasó su infancia en comunión con la naturaleza y donde aprendió sobre la misma muerte. El fallecimiento temprano de su madre, después de su hermana, tras esto su hermano - que murió ahogado tras salvar a Friedrich cuando rompió el hielo bajo sus pies - y después su otra hermana, hizo que su obra estuviera siempre acompañada de la reflexión sobre la muerte.
En su primera etapa de artista realizaba muchos dibujos, acuarelas y sepias, aunque son muy conocidas estas obras aquí podréis encontrar un documental-entrevista muy interesante sobre una exposición de sus dibujos en la Fundación Juan March de Madrid - Dibujos David Friedrich
Tras esto, tuvo su etapa de óleos que es la más conocida y en la que se desarrolló plenamente como artista del romanticismo alemán.
Su última etapa, a partir del 1825, sufrió una grave enfermedad que agravó en 1835 con una apoplejía que le dejó muy débil para pintar óleos y tuvo que volver a su primera etapa con dibujos, acuarelas y sepias.
Caspar David Friedrich
Die Lebensstufen (Las etapas de la vida), 1835
Óleo
72.5x94 cm
Esta obra la realizó cinco años antes de su muerte, es una pintura alegórica que nos habla de las etapas de la vida (infancia, juventud y vejez) representados en las figuras de la obra. El autor ya conoce su destino, espera que llegue su barco, espera su muerte.


El romanticismo (1790-1880) surge en oposición al neoclasicismo, que copiaba el estilo clásico del modelo greco-romano. Se originó en Alemania y Reino Unido y se fue desarrollando y extendiendo por el resto de Europa. Es un arte que plasma la emoción y sentimientos del artista, frente a la racionalidad y el clasicismo. El subjetivismo como parte importante del arte, el yo como principal tema de la  obra.
Eran artistas marginados por sus contemporáneos neoclásicos que tenían la hegemonía de las academias donde se normalizaban las enseñanzas de dibujo, pintura y escultura.
Friedrich promovió este movimiento desde sus orígenes, es el mayor precursor del movimiento romántico. Creaba para conseguir un posicionamiento pasivo, tenía el objetivo de crear en el espectador una actitud contemplativa frente a la obra de arte.

Paisajes con naturaleza terrible, pero con simbolismo placentero

El concepto existencialista, la melancolía, lo sublime de la existencia, la soledad o la muerte, eran algunos de sus temas predilectos plasmados en su pintura.
La naturaleza como fuente de inspiración, miedo y respeto.

Friedrich rara vez pinta personajes, ya sea por el rumor de que no sabía pintar figuras humanas o porque únicamente utilizaba la figura para enfatizar la grandeza, la inmensidad de la naturaleza. Los pinta de espaldas, están perdidos en la contemplación. Nosotros actuamos como espectadores de la soledad y la fascinación del representado.


Caspar David Friedrich
Der Wanderer über dem Nebelmeer (Caminante sobre el mar de nubes), 1818
Óleo
98x74 cm
Esta pintura es un símbolo del romanticismo alemán. Un personaje, que podríamos ser cualquiera de nosotros, llega a la cima y mira al futuro incierto. Allí en la cima, parece dominar el paisaje pero al mismo tiempo queda clara su insignificancia frente a la naturaleza poderosa, potente.
No podemos verle el rostro al personaje, esto es importante puesto que la atención se dirige directamente al paisaje, podemos vernos reflejados directamente en el personaje.
Esta pintura, como muchas de Friedrich, nos saca de lo cotidiano, nos lleva a otro mundo, nos lleva a la reflexión y, por supuesto, nos abre la puerta a las emociones.
Hay un claro contraste entre el primer plano y el fondo. Podemos leer la obra en código temporal, donde el primer plano representa el presente y el fondo representa el futuro incierto, inspirador, deseable y esperanzador, pero también ciertamente aterrador ante la visión de lo sublime.
Aún analizándola, es una pintura abierta a interpretación.

Además, esta obra es tan famosa también debido a las numerosas portadas de películas y revistas que la han utilizado como referencia. Utilizan este juego de primer plano y fondo con un personaje de espaldas para darle ese toque épico de héroe frente a un mundo salvaje, incontrolable.







EXPERIENCIA ESTÉTICA PERSONAL. CRÍTICA A SU OBRA

Ya conocía la obra de Friedrich puesto que es un artista que se estudia en la universidad como un gran referente del Romanticismo. Pero no había visto una obra suya en persona hasta que estuve viviendo en Berlín y fui al Alte Nationalgalerie donde pude disfrutar de algunas de sus pinturas.

Las que más me impactaron fueron Abadía en el robledal y El monje frente al mar. Estaban una colocada junto a otra, son un par inseparable relacionados no por su color o construcción formal, sino por su tema. Como ocurre a menudo en las parejas de cuadros de Friedrich, las obras están en una relación de antes y después, unidas ambas por una mensaje común: la reflexión sobre la muerte.
En el antes (el monje frente al mar), el personaje se encuentra en soledad frente al mundo, en el después (abadía en el robledal), se encuentra en soledad liberado del mundo.


Caspar David Friedrich
Der Mönch am Meer (El monje frente al mar), 18018-1810
Óleo
110x171.5 cm

Caspar David Friedrich
Abtei im Eichwald (Abadía en el robledal), 1809-1810
Óleo
110.4x171 cm


El monje frente al mar
Formato horizontal en las que aparecen tres líneas de horizonte: el cielo, el mar y la tierra, y una pequeña figura en el lado izquierdo del cuadro que es la única línea vertical que podemos observar en la pintura. Une la tierra y el mar pero no llega al cielo. El monje se enfrenta a la categoría de lo sublime. Al contemplar la pintura, puedes sentir la pequeñez del ser humano fascinado por la inmensidad de la naturaleza, puedes también incluso sumergirte en la soledad.
En esta obra se siente la cercanía de la tormenta pero junto a una paz y serenidad en contraposición. Para mi forma de verlo, es sentir tranquilidad dentro de la incertidumbre de un futuro bastante cercano. Es emocionante contemplar esta pintura.

Abadía en el robledal
La muerte como tema principal, pero una muerte fuera de todo pesimismo. La obra tiene un aire misterioso, tenebroso pero sereno. Un cementerio como sólo un romántico podría conseguir representar, consiguiendo darle vida a un lugar muerto.
Estamos unidos a la naturaleza, estamos a su merced aunque queramos dominarla, si ella muere, nosotros morimos.


Si queréis saber más acerca de estas obras y su proceso de restauración y conservación os dejo el siguiente enlace - The return of the monk. Además podréis daros una vuelta por el museo en el que se encuentran expuestas dichas pinturas.

Todas sus pinturas rebosan espiritualidad, son paisajes con alma, no son paisajes muertos que decoran, son paisajes con fuerza a los que, si los miras durante un tiempo, puedes llegar a conclusiones, o incluso a dudar más acerca de tu propia existencia. Lo que está claro es que estas obras invitan a la reflexión.
No necesita de personajes en poses de sufrimiento, o de tristeza o alegría, basta con un paisaje para mostrarnos todo su interior. El mar, la inmensidad de la naturaleza nos hace sentir insignificantes y conscientes del la amplitud del espacio y el tiempo.

"Cierra tus ojos corpóreos para poder ver tu cuadro con los ojos del espíritu, y haz surgir a la luz del día lo que has visto en las tinieblas" - Caspar David Friedrich.


Caspar David Friedrich
Kreidefelsen auf Rügen (Acantilados blancos en Rügen), 1818
Óleo
90x71 cm

"El pintor debería pintar no solo lo que se encuentra frente a él, sino también lo que ve en su interior. Si no logra ver nada, debería dejar de pintar lo que se encuentra frente a él"
- Caspar David Friedrich


Si os ha gustado este artista y su obra pero os ha sabido a poco, aquí os dejo una serie de enlaces para que podáis seguir investigando:

Museo del Prado - BibliotecaDigital
CasparDavidFriedrich - Vídeo
Muestra de obras - Video
Más sobre Friedrich
Influencia de Friedrich en Dalí

Comentarios

  1. Me encanta la forma en la que nos acercas a los artistas y sus obras. La manera de escribir sobre estos me parece impresionante, es cercana y directa, dan ganas de leer mas. Se nota que te gusta lo que haces y eres capaz de compartir ese amor con estos articulos, muchas gracias!

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  2. Impresionante "Caminante sobre el mar de nubes" pero me ha impactado sobremanera "Cementerio de un monasterio bajo la nieve" que he podido conocer a través del enlace que has aportado "Dibujos David Friedrich".

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  3. Me han emocionado estas obras.
    Es muy interesante saber más de este autor pues solamente habia visto la pintura del caminante. Me atrae seguir conociendo más cosas gracias a la manera en que nos expone el estudio sobre este autor la artista Laserna. También fuera de la expresion artística me congratulo con los pensamientos "literarios" citados sobre que para poder pintar hay que conocer el interior de uno mismo.

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